LA VUELTA DE MARTA

Después de la experiencia en el regresó a casa,estuve los 15 días moldeando toda la ropa que compré y practicando los maquillajes para sorprender y agradar a la amiga de mamá, Marta a su vuelta.
Me sentía ya una mujer cojida por dos hombres, pero aún me faltaba mucho para serlo y pensar como ellas.
Fui a buscarlas al aeropuerto y caminó a nuestras casas Marta me dejo una libreta para que la viese en mi casa sola, en ella había escrito las sensaciones que tenía su exmarido cuando se vestía de mujer y cojian juntos,había anotaciones qué me ponían excitado y con una ansiedad de que me llamase a su casa lo antes posible.
Y llegó ese momento,fue a visitar a mi mamá y mientras buscaba lo que le pidió,me dijo al oído “te esperó este miércoles “.
Me levanté temprano mis nervios no me dejaban seguir más en la cama,desayuné y me despedí de mi madre y ella con una sonrisa como intuyendo donde iba y para qué se despidió de mí.
Toque a su puerta y me abrió con dos besos y pasamos a su salón acogedor, dónde nos sentamos y le conté que leí la libreta de anotaciones de Luis su ex.
¿Y te gustaría hacer esas cosas conmigo?No sé, me daría un poco de vergüenza.
Me gusta mucho tu timidez, pero no hay razón para que sientas vergüenza. No tiene nada de vergonzoso que puedas conectarte con tu propia parte femenina. Creo que podrías transformarte en una hermosa niña, y yo podría ayudarte, si me dejás.
¿Cómo me ayudarías?
Como si fuese tu maestra. Yo te propongo tareas, y después evalúo cómo las hacés. Si aprendiste bien, te doy un regalo que a vos te guste.
¿Y si no me sale bien?
En ese caso, cambiaríamos la tarea por otra. ¿Te parece bien? “esta bien.”
Seguro que te verías muy bien como nena. ¿Ya tenés un nombre femenino? No…
Entonces tenemos que buscar uno. ¿Qué nombres te gustan?
Déjame pensar… Me gustan varios: Paula, Laura, Mónica …
Creo que Mónica te quedaría bien. ¿Te puedo llamar Mònica?
Bueno sí. Seguimos conversando un rato, y luego nos despedimos.

Los días siguientes me envió por email varias direcciones de la web para que las mire, y algunos textos para leer. Así me enteré de los nombres que se utilizan en inglés: “sissy” (diminutivo de “sister”, que significa hermana) es el nombre de los chicos que tienen rasgos físicos y de personalidad más femeninos que masculinos (son tímidos, de modales delicados, pasivos, sumisos, temerosos), y “sissification” es el proceso gradual de feminización de un chico. Los otros textos daban recomendaciones sobre diversos temas de la feminización: cómo maquillarse, cómo ocultar los genitales, cómo elegir la ropa femenina, cómo combinar los accesorios (pulseras, aros, collares), cómo mantener la silueta, cómo lograr una apariencia femenina (estrechar la cintura, agrandar senos y cadera), cómo usar tacos altos, cómo feminizar los gestos y la voz, cómo usar corsets. Otras recomendaciones eran específicamente sexuales: cómo excitar a un hombre, cómo chupar una verga, cómo prepararse para el sexo anal, cómo tener orgasmos por estimulación anal. Los estuve leyendo, imaginando en detalle cada propuesta. Una noche, llamé a Marta por teléfono. Le dije que extrañaba escuchar su voz, me dijo que ella también me extrañaba. Estuvimos conversando un rato sobre distintos temas. Me dijo que tenía muchas ganas de verme, y me invitó a venir a su casa el fin de semana. El sábado les di una excusa a mi madre, y fui temprano a su casa. Sentía una mezcla de ansiedad y excitación. Toqué a la puerta de su casa, me dijo que pase. Marta abrió y me saludó sonriendo. Pasamos al salón , que era bastante grande. El ambiente me pareció cálido y acogedor,estaba bien iluminado por una ventana que daba a un balcón. Tenía varios sillones. Desde el salón se podía ingresar a la cocina, el dormitorio y el baño.
Estuviste leyendo lo que te envié? Sí.
Bárbaro, tengo algunos regalos para ti . Me gustaría que pases al baño y te prepares para mí,en el baño vas a encontrar elementos para depilarte y maquillarte. También vas a encontrar ropa para vestirte y me gustaría mucho que te pongas esto.
Me dio un aparato de castidad, similar a los que se veían en las fotos que me había enviado. Era transparente, con la forma de un pequeño pene flácido.
Pero si me lo pongo, no voy a poder tocarme…
No, pero vas a poder concentrarte en otras sensaciones. Me excitaría mucho ver cómo te queda. Hazlo por mí póntelo y fijate cómo te resulta, bueno, está bien conteste.
Entré en el baño, con una mezcla de excitación, ansiedad, vergüenza, y deseo…
Los elementos estaban en un bolso, me dediqué un rato a depilar mi cuerpo, incluso en las axilas y el pubis. Cuando terminé, todo mi cuerpo estaba suave al tacto. Usé las técnicas que había aprendido para limpiar el interior de mi orificio anal. Me bañé, me sequé, y me acomodé el pelo. Busqué el aparato de castidad que Marta que me había dado. Mi pene estaba flácido por el baño, así que me lo puse con facilidad. Un aro servía para fijarlo a los testículos, y se cerraba con un candado pequeño. Cuando lo tuve puesto, me empecé a excitar, pero el aparato impidió la erección.
Encontré en el bolso un perfume femenino, de aroma floral, y me eché un poco,puse base en el rostro, y me pinté los labios de un rojo intenso, los párpados de un violeta suave, y las mejillas de un tono rosado. Busqué la ropa en el bolso. Había una braguita tipo colaless, un babydoll de seda rosa transparente, y unas sandalias de tacón mediano. Me los puse, y me miré en el espejo mi cuerpo es normal, de piel blanca y de apariencia más bien andrógina, con la ayuda del maquillaje y la lencería, parecía una niña adolescente a quien no se le desarrollaron todavía los senos y las caderas. Me gustó lo que vi, y me pregunté: ¿le gustaré a Marta?

Salí del baño, y Marta me estaba esperando en el sillón del salón . Cuando me miró, puso cara de deseo y me dijo:
Mónica , te ves preciosa! Ven aquí , siéntate conmigo.
Sentí alivio y placer, me acerqué al sillón y me senté a su lado, pero preferí esperar a que ella tomara la iniciativa. Se acercó a mí, y me acarició suavemente la pierna sentí un estremecimiento de placer,su mano fue subiendo por la entrepierna, Marta comprobó que tuviese puesto el aparato de castidad, y sonrió satisfecho por mi obediencia. Me tomó por la cintura y me acercó a ella sentí el calor de su cuerpo. Me empezó a dar besos en el cuello y luego su lengua, llegando al lóbulo de mi oreja, su mano derecha bajó el tirante izquierdo del babydoll, y empezó a pellizcar mi tetilla. Cerré los ojos para concentrarme en las sensaciones, y empecé a gemir de placer.
Me gusta que des gemidos, Mónica pareces una gatita en celo...Mmmh, qué rico, sigue gimiendo ....
Marta bajó el otro tirante , y empezó a chupar y morder mis tetillas. Sentí mucha excitación, a pesar de que el aparato me impedía tener una erección completa.Era una sensación rara y desconocida para mí, pero muy placentera a la vez por mi sumisión.
Se detuvo, y me tomó de la cintura abrí los ojos, su rostro estaba muy cerca del mío nos miramos a los ojos, y nos besamos apasionadamente. Sentí su lengua entrando en mi boca, mientras mis labios acariciaban los suyos me sentí muy feliz y tuve deseos de pagarle el placer que me estaba dando.
Puedo desvestirte? le dije, claro que sí, Mónica .
Me incorporé y la miré su rostro era preciosa y atractiva. Desabroché algunos botones de su blusa sus pechos era grandes, con un sujetador trasparente . Le saqué la blusa y empecé a acariciar sus pechos, sus pezones bien marcados. Me resultaba muy atractivo mirarla y tocarla.
Me gusta tu cuerpo le dije!
Me excitaba sentir el contraste entre su piel morena y mi piel suave, entre su cuerpo de mujer y mi cuerpo excitado y muy femenino.
Desabroché su falda , y bajé el cierre. Tenía un tanga azul lo empecé a acariciar, palpando su clitoris a través de la tela. Metí la mano por debajo del tanga y lo acaricié suavemente sus bellos.Empecé a bajarle la falda y el tanga, hasta sacárselos por completo pude ver su mata de pelo bien recortado y asomando sus abultados labios y clitoris. La toqué con mi mano derecha estaba caliente, quise sentir su olor y sabor llevando mis dedos a la nariz y boca lamiéndolos.
Mmm, qué rica sabes! ¿Puedo lamértelo? Claro, Mónica .

Me arrodillé en el piso, entre sus piernas tenía frente a mí ese hermoso coño. El aroma me excitaba, era parecido al olor del sudor pero más suave y dulce. En sus labios asomaban unas gotas de líquido preseminal. Pasé mi lengua por sus labios, y sentí un sabor salado. Empecé a lamer su coño, como si fuese un melón, empecé a chupar, mientras miraba su cara de placer. Me gustaba pensar que yo la estaba excitando así que pase mi lengua por su clítoris con suavidad y luego volví a sus labios chapándolos. Traté de lamerla entera con mi boca, lentamente, mientras la humedecía con mi saliva y lengua, me detuve justo antes de sentir sus convulsiones . Sentí durante unos segundos sus labios húmedos y calientes dentro de mi boca, fui sacando la lengua lentamente, hasta separarme por completo, y volví a repetir el proceso. Noté que le gustaba, porque empezó a moverse para acelerar el ritmo. Me adapté a su ritmo, cada vez más rápido, Sí, así, sigue así, siii Mónica …

Sabía que si continuaba, lo haría correrse en mí boca . Sentí tanta excitación que no quise detenerme, de golpe, empezó a lanzar varios chorros de semen en mi boca y cara, me fui tragando el néctar dulce mezclado con mi propia saliva, los últimos chorros los dejé un rato en mi boca, para saborearlos y sentir su consistencia antes de tragarlos. El sabor era salado y dulce agradable. Usé mi lengua para limpiar los restos de su licor que habían quedado en sus labios, sus suspiros fueron perdiendo sonido.
Marta me atrajo hacia su cuerpo, y nos dimos un beso, me propuso subir a su habitación.
Fuimos al dormitorio. Me saqué las sandalias, y me recosté sobre la sábana. Marta se sentó a mi lado y me empezó a acariciar las piernas, me tomó de la cadera y me hizo girar hasta quedar boca abajo,m empezó a acariciar la cola con suavidad. Colocó un almohadón debajo de mi vientre y me bajó la braguita hasta los muslos. El babydoll era corto y apenas cubría mi cola. Marta empezó a recorrer mis nalgas con su lengua. Cerré los ojos y empecé a gemir de placer, sentí su saliva mojando mis nalgas, Sentí su lengua recorriendo el surco entre mis cachetes, mojando mi orificio anal, intentando entrar su lengua, era muy placentero.
Marta tomó un lubricante de la mesita y un cinturón con pene,me puso un chorro entre las nalgas, con el dedo comenzó a esparcirlo, se recostó sobre mí, y comenzó a frotar él consolador entre mis nalgas, eso me excitaba mucho, y me hacía desear que me penetrase. Sentí su cuerpo sobre el mío, su calor,sus pechos recorrer mi espalda y empezó a besarme el cuello y la oreja. Colocó la punta de su consolador en mi orificio anal, yo levanté mi culito para facilitarla y separé mis nalgas para abrirme a ella. Le pedí que lo hiciera con cuidado, me fue penetrando lentamente, su consolador era muy duro y dolió al entrar, di un grito, pero cuando el consolador estuvo adentro, sentí que se deslizaba dentro de mi con facilidad gracias al lubricante, y empecé a dar gemidos de placer. Me excitaba sentir su consolador dentro mío, sentir que le estaba dando placer como lo haría una mujer.
Te gusta Mónica ? Te gusta que te coja?
Sí, me encanta. Quiero que me hagas sentir mujer.
Sois mi putita, Mónica te voy a hacer gozar como una hembra en celo.
Sí, soy tu puta. Soy tuya sigue así, cógeme, metémela bien adentro.
Marta me tomó de las caderas y me levantó la cola, sin separarse. Quedé en cuatro patas, con las rodillas separadas. Ella me seguía moviendo las caderas, marcando el ritmo de la cogida, haciendo que las penetraciones sean más profundas y más rápidas. Sentí el choque de su cuerpo en mis nalgas en cada embestida, mi pene seguía excitándose dentro del aparato de castidad, pero lo que me había dicho Marta era cierto: las sensaciones internas eran mucho más placenteras e intensas que todo lo que había experimentado antes. Sentí que si seguía a ese ritmo, iba a tener un orgasmo. Yo seguía dando gemidos y gritos de placer. Quieres correrte, Mónica ?
Sí, lléname y déjame correrme, haceme tuya.
Así me gusta, córrete para mi putita.

Sentí que mi cuerpo llegaba al punto máximo de placer. Marta se movió rápido por unos segundos más, y luego dio algunas embestidas más profundas y más lentas en círculos para ayudarme a descargar mi semen dentro de mi jaula. Sentí un estado de completa relajación y felicidad, Marta se fue separando despacio, y se recostó boca arriba. Me dejé caer sobre la cama, con los músculos flojos y una sonrisa en la boca. Sentí mi semen chorreando entre mis muslos, y noté que yo había descargado mi semen en el aparato de castidad, había sido mi primer orgasmo exclusivamente anal, sin ninguna estimulación genital. Me acurruqué a su lado y la empecé a hacer caricias en sus pechos y pezones.Toque el pene que me acababa de llevar al cielo,al orgasmo mayor que jamás sentí, Marta , me hiciste sentir cosas que nunca había sentido.
Mónica , sos muy femenina, y eso me excita mucho, me gustaría mucho que sigas explorando tu lado femenino. A mí también me gustaría…
Después de un rato, nos dimos una ducha juntos nos enjabonamos mutuamente, acariciando despacio nuestros cuerpos. Yo estaba muy feliz......

Bueno, dejo abierta la posibilidad de seguir contando. Me gustaría saber: ¿hay otras personas aquí que hayan tenido una experiencia parecida a la mía, o deseen tenerla, ya sea en el rol de feminizador o feminizado? Si hay otras personas que se sientan identificadas con este relato, me gustaría que se contacten conmigo, para conversar sobre el tema, o para compartir material (fotos, dibujos, comics, relatos).
Un beso,
Publicado por campi21
1 año atrás
Comentarios
2
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campi21
para jeanot84 : Gracias 💋❤️
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maravillosa historia :heart:
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